Debido a la pandemia, el uso de mascarillas se ha disparado, esto ha generado problemas de abastecimiento y aprovechando esta situación, algunas empresas empezaron a producir mascarillas supuestamente EPI (FFP2) con un diseño no visto anteriormente (sujeción por las orejas).

Entre la existencia de estos nuevos diseños, las mascarillas que no cumplen la normativa y las falsificaciones han surgido muchas dudas respecto al uso de las mismas que intentaremos responder.

Todos conocemos los distintos tipos de mascarillas disponibles y ahora, más que nunca, la importancia de su ajuste.

Tanto las mascarillas quirúrgicas como las higiénicas, tienen una eficacia de ajuste muy inferior a las mascarillas autofiltrantes debido a que no están diseñadas para filtrar el aire inhalado (no son EPIs). Aunque algo protegen, la eficacia de filtración bacteriana de quirúrgicas e higiénicas no es comparable con la eficacia de filtración de las mascarillas autofiltrantes. Las quirúrgicas/higiénicas pueden ser usadas por la población en general en el exterior o en interiores bien ventilados siempre que se respeten distancias y aforos.

¿Qué determina la eficacia de una mascarilla?

Si la mascarilla que usamos está certificada y cumple con la normativa, lo más importante en relación a la eficacia de una mascarilla pasa a ser el Factor de Ajuste (FA), éste mide lo bien ajustada que está a la cara del usuario. Con este factor podemos determinar si una mascarilla es apta para protegernos en entornos peligrosos. Nosotros solíamos decir “las mascarillas cumplen con la normativa pero nuestras caras NO” 

¿Por qué el Factor de Ajuste pasa a ser lo más importante?

Si existen fugas, provocadas por una mala adaptación de la mascarilla a la cara, que dejan espacios por donde pase el aire contaminado, existe el riesgo de inhalar aerosoles, y como sabemos, el coronavirus se transmite a través de aerosoles. Si no lo tenemos en cuenta la sensación de falsa seguridad puede ser las causa de muchos contagios.

* Vídeo: Los aerosoles, vía principal de contagio de la COVID-19

¿Cómo podemos comprobar el ajuste de una mascarilla?

Hay tres posibles maneras de comprobar el ajuste de una mascarilla: comprobación personal o sealing test, el test cualitativo y el cuantitativo.  Para más información clicar aquí.

Destacar que las mascarillas que se sujetan por las orejas tienen un peor ajuste que las que lo hacen por la cabeza y nuca. En nuestros estudios la mayoría de estos tipos de mascarillas no pasan el test de ajuste. Por tanto, si se deben utilizar se recomienda el uso de adaptadores de distinto tipo.

Nota: El razonamiento si se me empañan las gafas es que la mascarilla no está bien ajustada es correcto pero el contrario no, los que llevamos gafas no siempre se nos empañan aunque ajusten mal, comprobado con test de ajuste.

Conclusiones

En el momento de comprar una mascarilla, hay que tener en cuenta que muchas no se ajustan correctamente con la cara y se debe elegir una acorde a nuestra fisionomía.

Una vez está garantizado que la mascarilla que vamos a utilizar está correctamente certificada y por lo tanto cumple la normativa, el factor más importante a tener en cuenta es el correcto ajuste de la mascarilla lo que impide o minimiza que respiremos los aerosoles que puedan contener el coronavirus y contagiarnos. 

Se recomienda realizar el correcto ajuste por el clip nasal y,  a ser posible evitar el  ajuste por las orejas y el vello facial que impide un correcto ajuste.

Es recomendable invertir un tiempo en comprobar el ajuste de  la mascarilla “sealing test”.

Por último hay que tener en cuenta que las mascarillas quirúrgicas y las higiénicas no son EPIs por lo tanto no se les puede pedir el mismo nivel de ajuste ni de filtración que a una mascarilla FFP2.  Por tanto estas mascarillas quirúrgicas e higiénicas se deben utilizar al aire libre o en lugares con buena ventilación,  manteniendo las distancias y aforos limitados adecuados. En el caso de que no se cumplan estas condiciones se recomienda usar mascarillas  FFP2 que ajusten correctamente, como por ejemplo en el transporte público, personal sanitario con riesgo de contacto con pacientes con coronavirus, reuniones concurridas en espacios cerrados, etc.  

En definitiva a nadie se le ocurriría utilizar una mascarilla quirúrgica o higiénica en un puesto de trabajo con exposición a polvo.

*Vídeo:  La importancia del ajuste de las mascarillas

Para más información clicar en el artículo completo: https://prevencion.asepeyo.es/wp-content/uploads/IMPORTANCIA-DEL-AJUSTE-DE-LAS-MASCARILLAS-OK.pdf

y al artículo del blog de Asepeyo: https://www.asepeyo.es/blog/seguridad-laboral/como-ajustarse-la-mascarilla-correctamente/