El trabajo en exterior supone en ciertas temporadas riesgo por estrés térmico por las elevadas temperaturas que se alcanzan. Una de las consecuencias más críticas puede ser sufrir un golpe de calor. Prevenirlo implica contar con una información mínima, y está relacionada con el tipo de actividad, la ropa que se ha de usar en el puesto de trabajo, como se organiza éste, en especial en las horas centrales del día.
La hidratación es fundamental para trabajar en condiciones de estrés por calor. Se puede estar perdiendo mucha agua que hay que recuperar bebiendo. También sales minerales, que hay que reincorporar al organismo para mantener el metabolismo de éste. Recordar las pautas de hidratación es fundamental para evitar el sufrir un golpe de calor u otras consecuencias del trabajo en estas condiciones.
Se han publicitado en el portal los siguientes documentos:
El riesgo por estrés térmico puede ir asociado al que supone la radiación solar, y los efectos para la piel que también implican una serie de medidas preventivas que se pueden encontrar en las publicaciones que forman parte de la campaña: Protégete del sol, también en el trabajo. Accesibles en el portal de prevención de Asepeyo.